9 jul 2011

La Oficina de Biodiversidad donará 6.000 Tortugas

   En vista del éxito que se ha obtenido en el Programa de conservación de las Tortugas Arrau (Podocnemis Expansa) y Terecay (Podocnemis Unfilis) en el Municipio Pedraza, donde sean liberado en los dos últimos años 20.000 tortuguillos, la Oficina de Diversidad Biológica con sede en Caracas, realizará la donación de 6.000 Tortugas Arrau, las cuales poseen tres años y el objetivo de esta donación es reforzar la zona donde se han liberado las demás Tortugas, para obtener una mayor producción de huevos y así lograr el equilibrio en la cadena alimenticia.
El Director de Ambiente de la Alcaldía de Pedraza, Ing. Nelson Castillo informo que estas Tortugas serán trasladadas en el mes de octubre desde Santa María del Orinoco en el Estado Apure hasta el sector Suripá Municipio Pedraza, donde se procederá a liberarlas inmediatamente, para que a los siete años empiecen a desovar y así proceder a la recolección de las nidadas donde se llevaran a una playa seleccionada por los especialistas para lograr la incubación.
Afirma Castillo, que a pesar de estar legalmente protegida desde 1946, de haberse decretado veda por tiempo indefinido en 1962 y que existe un programa para reforzar sus poblaciones en el Municipio Pedraza desde 2008, el comercio ilegal y la falta de educación ambiental mantienen amenazada a las Tortugas Arrau. Esta especie, mejor conocida por nosotros como Tortuga Arrau o Tortuga del Orinoco, aparece desde 1995 en el Libro Rojo de la Fauna Venezolana en la categoría de especies en Peligro Crítico de Extinción
Según la Ley Penal del Ambiente, la captura o matanza de un animal en peligro de extinción es un delito que se castiga con la cárcel; sin embargo, quien compre, venda o consuma una especie en tal situación, será calificado de infractor en términos legales, y la multa a cancelar, estará entre 2.500 y 5.000 unidades tributaria.
Siguió expresando que hasta ahora, el programa de reforzamiento de la tortuga Arrau es sólo una esperanza sin resultados científicos, pues esta especie alcanza su edad adulta a los 25 años. Será dentro de una década cuando los investigadores podrán ofrecernos consideraciones concretas.
Mientras tanto, los esfuerzos por evitar su extinción se mantienen, aprovechando que se trata de un reptil capaz de poner más de 100 huevos por año y de almacenar embriones que le permiten, en una sola nidada, tener crías de varios machos, particularidad que representa una ventaja evolutiva que asegura mayor variedad genética.
Hay otros dos aspectos importantes que facilitan la cría en cautiverio de la Tortuga Arrau. Uno es que a diferencia de los mamíferos y las aves, los reptiles no conservan los lazos maternos y por eso pueden incursionar en el mundo por sí solos, sin ningún tipo de dificultad. Los tortuguillos serán liberados en su hábitat natural y ellos solitos buscarán alimento para mantenerse con vida.
Termina expresando Castillo, que el hecho de que nuestra protagonista desove una vez al año en el mismo lugar y de forma simultánea junto a otras hembras de su especie, representa una ventaja para el depredador humano que capturaba un buen grupo de tortugas con sus huevos, relativamente con poco esfuerzo. Esta realidad terminó por convertirse en un punto a favor del programa, pues así también es más fácil controlar el proceso de anidación y resguardo de los huevos, hasta el momento del nacimiento de los tortuguillos y posterior traslado al zoocriadero.